DESAYUNO CON DIAMANTES.



Se nos acabo el deleite !!!.
Durante este veranito, hemos podido disfrutar en el Hotel Marisma Sancti Petri, del clásico pan tostado con tomate y jamón, bien servido y en terraza.
Lo que lo hacia diferente es que el jamón era cortado en el momento, y con mucho cariño, por el maestro jamonero D. Augusto Ariza, que deslizaba el estoque con mimo y cuidado, al cuarto trasero de un magnifico ejemplar ibérico, previamente alimentado de rica bellota. Todo esto hacia que el bocadillo alcanzara el carácter de sublime, (y lo digo mirando al cielo), e incluso, la categoría de insuperable.

Todo tiene un final, pero esperemos que en este caso sea solo un hasta luego y podamos volver a saborear estos fantásticos desayunos de dioses en un futuro no muy lejano.

Les mantendremos informados.

5 comentarios:

  1. Creo que hasta el domingo tenemos tiempo de repetir el genial desayuno, ... a ver si Agu nos lo confirma

    ResponderEliminar
  2. Podiamos quedar todos el domingo para desayunar todos juntos y despedir al jamonero. Seria buen plan.

    ResponderEliminar
  3. Pocos animales merecen tanto la muerte como el de la mirada baja, auténtico totem del occidente peninsular, depósito de placer, promesa de deleite.
    Sin compasión Agu, sin compasión...

    ResponderEliminar
  4. Cbviamente!!!... a su majestad el jamón nunca se le despide con un adios, quizas regalarle un hasta pronto...este manjar es de los prensentes de la vida que la hacen mas interesante, elevada y llevadera y por tanto más hermosa y placentera....
    ...y si a su majestad no le regalo un adiós, al torero violinista, jamonero fiel, no le regalo un hasta luego, un " muchas gracias" sin duda y un "tócala otra vez Sam" siempre...

    ResponderEliminar
  5. Mika, de Avilés...31 de agosto de 2011, 10:23

    Rico, rico... con ese brillo a sabor que te hace la boca agua. Que corte, que mimo... que deleite para los sentidos. Entra primero por el ojo para ser más tarder olido: es en el paladar donde consigue su mejor puntuación ¡¡¡

    Un lujo poder vivir uno de esos estupendos desayunos, donde el gran Agus nos deleitó con su elaborado producto. La compañía de Lucas y Genlu, de categría. Y alguna chavalina que por allí andaba, también...

    Creo que hoy le daremos "caza" por aquí, en Avilés, a la rica bandejita de 200 y esos pequeños taquitos con colines con que nos obsequió el maestro jamonero...

    ResponderEliminar